Primero comprendamos qué se pueden considerar celos.
La psicóloga Anastasia Dementyeva dijo si vale la pena provocar los celos.
Los celos son un estado emocional complejo y cada uno de nosotros los experimenta en algún momento de nuestra vida. Puede ocurrir en relación con la pareja, colegas, amigos o incluso en un área de interés.
La cuestión de si inducir o no los celos requiere atención, especialmente porque los celos pueden tener efectos tanto positivos como negativos en la relación y en el individuo.
La mayoría de los clientes vienen con el problema de vivir con sus celos, y hay 2 tipos: los que tienen celos abiertamente y reciben retroalimentación negativa y los que tienen celos encubiertos, sintiendo culpa o vergüenza por sus sentimientos y no permitiendo que se muestren.
En este artículo, propongo considerar varios escenarios en los que pueden surgir los celos, cómo se manifiestan exactamente y a qué consecuencias conducen.
Esta es una acción muy ambigua. Y el resultado puede ser doble: por un lado, puede servir como una forma de poner a prueba la lealtad de la pareja y fortalecer la conexión mutua.
Por ejemplo, en la etapa previa a la relación, podrías hablar de tener una cita con otra persona para ver cómo reacciona tu pareja y si muestra interés en tus sentimientos.
En este caso, los celos pueden ayudar a fortalecer la intimidad general.
Sin embargo, por otro lado, los celos pueden provocar descontento y conflictos en las relaciones. Inducir los celos con demasiada frecuencia o de forma demasiado evidente puede provocar la destrucción de la confianza y un aumento de las emociones desagradables en ambos socios.
En el entorno laboral, los celos se utilizan como forma de motivar a los empleados.
Esto puede fomentar una competencia sana, por ejemplo, recompensando o recompensando a los mejores o estableciendo objetivos que deben superarse.
Esto puede fomentar una mayor productividad y un enfoque en los resultados.
Sin embargo, incitar a los empleados a volverse extremadamente celosos o cruelmente competitivos puede generar descontento y destruir el espíritu de equipo.
Si los empleados compiten constantemente y traspasan los límites en un intento de superarse unos a otros, se puede crear un ambiente hostil y afectar negativamente el desempeño.
Esto hace que los empleados dejen de trabajar por un objetivo común, lo que puede llevar al colapso de la empresa.
Aquí, los celos pueden desempeñar el papel de incentivo para que los estudiantes logren mejores resultados.
Por ejemplo, los programas competitivos y las olimpíadas pueden inspirar a los estudiantes a esforzarse por alcanzar el éxito y mejorar sus conocimientos y habilidades. Sí, esto también es una manifestación de celos: competir entre sí por los elogios y la evaluación del mentor.
Sin embargo, los celos excesivos en los estudiantes pueden tener consecuencias negativas. Cuando los niños se comparan constantemente con los demás y sienten que no están a la altura, esto puede socavar su confianza y autoestima.
En última instancia, esto afectará el rendimiento del aprendizaje y el bienestar de los estudiantes. Globalmente, esto puede conducir a la destrucción de la personalidad del estudiante.
Es interesante lo que nos dicen los resultados de las investigaciones científicas sobre los celos, veámoslo a continuación.
La investigación científica confirma que los celos pueden afectar nuestras emociones, comportamiento y relaciones.
Una teoría muy conocida, desarrollada por el psicólogo John Lee, divide los celos en dos tipos: reactivos y preliminares.
Los celos reactivos se producen como respuesta a una amenaza real, mientras que los celos anticipatorios se producen sin motivos específicos.
Las investigaciones también muestran que los celos pueden provocar una mayor liberación de sustancias químicas cerebrales como el cortisol y la adrenalina, que afectan nuestro estado emocional.
En determinadas cantidades proporcionan motivación (la agresión es generalmente un recurso maravilloso), pero si estas hormonas se producen en exceso, se produce el efecto contrario: sobrecarga, inestabilidad emocional, apatía.
Si decides utilizar los celos, hazlo con moderación, es importante encontrar un equilibrio para no hacerte daño a ti mismo ni a los demás.
En conclusión, quiero decir que la psicología no da una respuesta clara a la pregunta: ¿vale la pena despertar los celos? Todo depende de qué tipo de relación quieras seguir construyendo con esta persona. ¿Cómo quieres sentirte en esta relación?
Inducir artificialmente cualquier sentimiento en una pareja es manipulación. Y la pregunta sigue abierta: ¿por qué no puedes compartir tus sentimientos y experiencias con tu pareja abiertamente, sin manipulación?
La misma acción que conduce a los celos puede tener resultados duales: en algunos casos puede ayudar a fortalecer las relaciones y la motivación, pero si se usa de manera inmoderada y excesiva, puede tener consecuencias desastrosas.
Es importante considerar el contexto y las características individuales de cada persona para poder utilizar los celos de forma eficaz y evitar posibles problemas.
Tener una comprensión clara de cuándo y cómo sentir celos puede ayudarnos a crear relaciones sanas y equilibradas en nuestra vida personal y profesional.