Allá por el siglo XIX, el escritor francés Alphonse Carr dijo: “El amor nace de la nada y muere por todo”.
La psicóloga Katerina Buldaeva dijo cómo entender que una mujer se ha enamorado.
Esta afirmación sigue siendo cierta hoy. Desafortunadamente, el amor entre dos socios no siempre dura para siempre. Sucede que uno de los socios pierde interés en su amante.
Es especialmente muy difícil comprender los verdaderos sentimientos del buen sexo, dado su misterio y emotividad. Pero ¿cómo se puede entender en la práctica que una mujer haya dejado de amar a su hombre?
En la psicología de las relaciones, por regla general, el signo más importante de falta de amor es la indiferencia hacia la pareja. Una mujer evita la intimidad sexual y ni siquiera quiere que un hombre la toque.
Si una mujer ya no expresa emociones, no crea escándalos, no intenta demostrar que tiene razón, no obliga a un hombre a hacer algo, entonces ya no hay amor.
Para cualquier mujer, el amor es una fuente de emociones y sentimientos. Tan pronto como deja de sentir algo hacia su pareja, la calidez da paso a la frialdad y el amor abandona su corazón.
Ya no le interesa cómo le fue en el trabajo, si llegó bien a su destino, si tomó sus vitaminas, si su camisa estaba limpia...
Cuando una mujer ya no ama, se distancia de su pareja, aunque tengan que vivir juntos algún tiempo.
Deja de mencionarlo en las conversaciones con sus amigos, advirtiéndole sobre sus movimientos, viajes, negocios y contando con él en algunos asuntos.
Ella ya no es divertida y cómoda con él, pasa tiempo en cualquier lugar menos con él, ¡para ella ahora él es un hombre extraño!
Una mujer comienza a mirar a otros hombres, a felicitarlos frente a su pareja y a vestirse de manera brillante y sexy.
Naturalmente, estos fueron los factores más llamativos por los que se puede entender que el amor de una mujer se ha ido. Pero yo, como psicóloga con muchos años de experiencia, siempre ofrezco trabajo preventivo.
Al fin y al cabo, es más fácil prevenir una crisis en una relación en una fase temprana que acudir a psicoterapia de pareja más tarde.
Además, existen algunas pautas cotidianas que se pueden seguir para evitar la ruptura de una relación.
En caso de peleas y conflictos, no es necesario involucrar a terceros, aunque sean mamá y papá. Un hombre y una mujer podrán hacer las paces en el futuro, pero los padres recordarán el insulto y el sufrimiento de su hijo.
Es importante no engañar ni mentir a sus seres queridos.
Una relación de amor es como un fuego cuya llama hay que mantener constantemente para que no se apague. Si el hombre y la mujer no hacen ningún esfuerzo, el fuego se apagará.
Las relaciones son un esfuerzo de equipo entre dos socios; sus relaciones dependen de su trabajo coordinado.