Cuando entablamos una relación, nos abrimos a nuestra pareja.
La psicóloga Aigul Grand explicó por qué los hombres le temen a las mujeres.
Mostramos no sólo nuestra fuerza, sino también nuestra debilidad e imperfección. Esto requiere un nivel suficiente de confianza mutua y la voluntad de demostrar una personalidad real, no "publicitada".
Un hombre de verdad está lejos de la imagen de un héroe con un torso tonificado, dientes blancos como la nieve que deslumbran la vista, un negocio exitoso, una familia ideal y tiempo para conquistar el Everest o salvar ballenas.
Pero una mujer de verdad no se despierta con el cabello, el maquillaje y el aspecto perfectos como lo haría para una sesión de fotos en una revista.
La realidad puede ser difícil de aceptar cuando se mantiene en la cabeza la imagen publicitaria “ideal”. Esta discrepancia entre la imagen real y la ideal es una razón común por la que los hombres temen a las mujeres.
El miedo a ser rechazado, el miedo a ridiculizar las deficiencias, el miedo a la humillación lo suelen experimentar personas que crecieron en familias donde se toleraba la violencia física o psicológica, donde los padres eran fríos y no estaban interesados en la vida y las necesidades del niño. .
Estoy lejos de ser perfecto, lo que significa que algo anda mal en mí. No coincido con las ideas de mis padres sobre lo que debo hacer, no logré convertirme en un médico, diputado o astronauta famoso, lo que significa que soy un fracaso. Estas etiquetas son consecuencia de las actitudes, el disgusto y la desconfianza de los padres.
Hoy en día hay mucha gente que no vive según su programa, no según su vida. No se trata de autorrealización, sino de servir a tus miedos. Y el miedo a entablar relaciones, el miedo a la intimidad, el miedo a ser rechazado entre ellas.
Desafortunadamente, es mucho menos probable que los hombres recurran a psicólogos para superar sus traumas infantiles.
Y como resultado, llevan hasta la edad adulta un bagaje de fracasos imaginarios, complejos irracionales, falta de confianza en sí mismos y en sus fortalezas.
Por eso vemos tanta gente soltera, un gran número de divorcios, la incapacidad de construir relaciones armoniosas a largo plazo y cambios de pareja.
Otra razón común por la que los hombres temen a las mujeres es una actitud consumista, cuando una niña no entabla relaciones románticas, sino relaciones entre productos y dinero y está interesada en los bienes materiales: regalos, viajes, conexiones, etc.
Este comportamiento de las mujeres también es consecuencia de un trauma infantil. Al convertirse en adulta, la niña ofendida no se venga de su padre, sino de todos los hombres que la rodean. Y el niño traumatizado “se desquita” con las mujeres.
Sólo el trabajo psicológico en este caso ayudará a romper el círculo vicioso y comenzar a vivir una vida plena, y no a reparar sus lesiones.