La psicóloga Valery Gut contó cómo dejar de ser víctima en una relación

01.05.2023 20:21

Ninguno de nosotros es inmune a los intentos de otras personas de hacernos daño o de imponerse a nuestra costa.

Valery Gut, candidato de ciencias psicológicas, desarrollador de la teoría de la inteligencia adaptativa, contó cómo dejar de ser víctima en una relación.

Podemos experimentar violencia en las relaciones, acoso en equipo, amistades tóxicas, etc.

Algunas personas afrontan estas situaciones con calma, mientras que otras son víctimas de un mal comportamiento.

La diferencia radica en las condiciones psicológicas básicas que nos obligan a obedecer las circunstancias o nos sirven como una protección confiable. La buena noticia es que estas configuraciones se pueden ajustar.

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¿Por qué la víctima es un papel?

El psiquiatra estadounidense Stephen Karpman, que estudió los patrones de relaciones humanas, determinó que las personas con problemas psicológicos en la comunicación desempeñan uno de tres roles: tirano, víctima o salvador.

El tirano busca poder y reprime a otras personas, la víctima es una persona indefensa e insegura y el salvador depende de sentirse necesitado.

Este comportamiento no es un rasgo de carácter inherente. Todos nosotros, dependiendo de las circunstancias, podemos volvernos groseros, someternos al destino o apresurarnos a ayudar, incluso si no nos lo piden. Sin embargo, normalmente una persona acepta uno de los roles como principal y actúa de acuerdo con él.

¿Por qué nos convertimos en víctimas?

Hay varias razones por las que asumimos el papel de víctima.

  • Ejemplo de padres. Con su comportamiento demostraron que soportar y sufrir es normal, correcto e incluso noble.
  • Educación dura. El control, la crítica y la violencia enseñan al niño a adaptarse a los demás e ignorar sus propias necesidades y deseos.
  • Educación permisiva. Cuando se le mima y se le sobreprotege, el niño crece irresponsable y dependiente.
    El psicólogo estadounidense Martin Seligman describió este comportamiento con el término "impotencia aprendida": una persona no puede tomar ni siquiera las acciones más simples para mejorar su vida, porque está segura de antemano de que es inútil.
  • Valores impuestos. En la sociedad, el sacrificio a menudo se percibe como una virtud y se romantiza. Además, es costumbre brindar asistencia, cuidado y protección a la víctima, lo que puede resultar muy tentador para personas psicológicamente débiles.
  • Relaciones con un abusador. Desarrollan una dependencia hormonal del “oscilación emocional”, del que les resulta muy difícil salir.
  • Beneficios de ser víctima. Aunque parezca extraño, incluso el sufrimiento tiene sus ventajas. El papel de víctima te permite liberarte de la responsabilidad de todo lo que sucede en la vida, culpar a las personas o las circunstancias por tus fracasos y esperar más atención, ayuda y apoyo que el que reciben las personas que son capaces de cuidar de sí mismas.

¿Cuáles son los daños de ser víctima?

Al aceptar el papel de víctima, damos la responsabilidad de todo lo que nos sucede a otras personas o circunstancias. Constantemente nos decimos a nosotros mismos lo heridos, malos y asustados que estamos, en lugar de animarnos y buscar una salida.

La psicóloga estadounidense Edith Eva Eger logró sobrevivir a los horrores del campo de concentración de Auschwitz. Un día, con la espalda rota, la arrojaron sobre una montaña de cadáveres, confundiéndola con muerta.

Si Edith hubiera comenzado a sentir lástima de sí misma y a repasar mentalmente todos sus dolores, no habría esperado ayuda. Sobrevivió sólo porque se negó a admitir que era una víctima.

Esto es lo que escribió en sus memorias, “Choice”: “Nuestros pensamientos y creencias no sólo determinan lo que sentimos, lo que hacemos y de lo que somos capaces, sino que a menudo ellos, nuestros pensamientos y creencias, nos limitan en nuestros sentimientos, hechos y posibilidades "

Cómo dejar de ser víctima

Para salir del estado de víctima, primero debes reconocer el hecho mismo de tu propio sacrificio.

Tendrás que aceptar la idea de que siempre habrá abusadores, personas tóxicas en el mundo, todos aquellos que se imponen a expensas de los demás. Tienen sus propias razones para ser así, sus propias heridas mentales que los vuelven agresivos y crueles.

Por lo tanto, debes aprender a no cambiar a las personas que te rodean, sino a notar tu deseo de sentir lástima de ti mismo, de sufrir o incluso de estar orgulloso: "¡Mi sufrimiento es el mejor!" Es mucho más correcto hacer la pregunta: "¿Qué puedo hacer para no tener que soportar?"

Tomar en tus propias manos la responsabilidad de tu vida, de tus reacciones, es el punto clave.

Es necesario comprender las razones que conducen al comportamiento de víctima en una situación determinada y darnos cuenta de que podemos elegir cómo comportarnos y cómo reaccionar.

La falta de apoyo interno nos vuelve débiles, inseguros y vulnerables. Por lo tanto, es muy importante poder comprender las razones de sus acciones, comprender sus verdaderas necesidades, respetar los principios y realizar sus deseos.

Cuanto más desarrollada y fuerte se vuelve nuestra personalidad, más fuertes construimos nuestros apoyos internos, menos personas a nuestro alrededor pueden hacernos daño.

Una técnica que te permite identificar tus carencias

Necesitamos tomar una hoja de papel y anotar diez personas que nos han ofendido e incluso atormentado en nuestras vidas.

A continuación, al lado de cada nombre, escribe la respuesta a la pregunta: “¿Por qué se comportó así conmigo?” No es necesario limitarse a juzgar con el espíritu de: "Porque es una mala persona". La tarea es comprender las razones que empujaron al delincuente a tal comportamiento y sus propias razones que lo obligaron a soportar el dolor.

Como resultado, comprendemos nuestras propias debilidades, que requieren desarrollo y fortalecimiento, y aprendemos a comprender mejor los motivos y acciones de las personas y las consecuencias de comunicarnos con ellas.

Para dejar de ser una víctima, debemos darnos cuenta de nuestro comportamiento anormal y desinteresado y reconocer que tenemos el derecho y la oportunidad de actuar de manera diferente.

Trabajando en uno mismo, comprenda las condiciones previas que dieron forma a la psicología de la víctima y deshazte de ellas.

Cuando aprendamos a comprender los motivos de otras personas, aumentemos nuestro apoyo interno, tomemos la responsabilidad de nuestras vidas en nuestras propias manos, seremos verdaderamente adultos y tendremos la oportunidad de construir un futuro según nuestro propio gusto y discreción.

Autor: Valeria Kisternaya editor de recursos de internet

Contenido
  1. ¿Por qué la víctima es un papel?
  2. ¿Por qué nos convertimos en víctimas?
  3. ¿Cuáles son los daños de ser víctima?
  4. Cómo dejar de ser víctima
  5. Una técnica que te permite identificar tus carencias