Al casarse, todo el mundo quiere "ser felices para siempre", pero las estadísticas de divorcios muestran que no todo el mundo lo consigue.
La psicóloga Svetlana Zabrodina nos contó los errores que cometen las mujeres en el matrimonio.
Por supuesto, ambos cónyuges son responsables del divorcio. Hoy veamos qué errores comete una mujer que pueden llevar a la ruptura de una familia.
1. Esposa-madre: una mujer así será demasiado protectora y cariñosa. Parece que ¿qué hay de malo aquí? Lo malo es que hay tanta preocupación que el hombre no tiene por dónde aparecer.
Además, "mamá" sabe mejor lo que necesita su hombre, no escucha las objeciones y no le interesan las opiniones. Como respuesta, siempre espera gratitud, y si no la recibe, hace afirmaciones: “Hago todo por ti y tú…”, “Te dediqué toda mi vida”, “Pasé lo mejor que pude por ti”. años contigo”.
¡Y “mami” también controla! Llama, escribe, viene a la oficina, acompaña a eventos corporativos. Hasta mirar tu teléfono, consultar correspondencia y redes sociales.
Resultado: el hombre o se marcha defendiendo el derecho a su vida o se convierte en un niño infantil.
2. “Me debes una”: una esposa con esa posición en la vida plantea una serie de demandas y supervisa su implementación. Frase favorita "eres un hombre, debes", luego en la lista: proporcionar, ser fuerte, exitoso, de buen humor, etc.
Los fracasos de un hombre son decepcionantes; las emociones y los deseos no se tienen en cuenta. Resultado: un hombre vive bajo “presión”, en constante tensión, lo que afecta negativamente tanto a la salud como a la calidad de vida.
3. “Yo misma”: una esposa con ese principio de vida puede hacer todo por sí misma: ganar dinero, construir una casa y arreglar un grifo. "En lugar de preguntar y esperar, es mejor hacerlo usted mismo". Esta es una posición competitiva, consciente o inconscientemente la esposa le demuestra a su marido que es mejor y más exitosa.
Resultado: el marido no se siente necesario, valioso, capaz, lo que conduce a conflictos constantes, evidencia de "yo también puedo hacerlo", o el marido pierde la motivación para hacer algo por la familia, se convierte en un "acostado en el sofá". o se vuelve adicto: alcohol, juegos de computadora.
Todos estos comportamientos comienzan en la niñez. Las niñas vieron esto en las familias de sus padres y lo trasladaron a las suyas. Sin embargo, lo que pudo haber funcionado en la relación entre mamá y papá no siempre será relevante para la relación en la nueva familia.
Es importante ver su modelo, reconocer las consecuencias a las que conduce y cambiar. El proceso de cambio requerirá tiempo y fortaleza mental, pero el resultado: una vida familiar feliz, vale la pena.