La psique de un hombre y una mujer es muy diferente, pero hay muchas coincidencias en este tema y las razones para hacer trampa son similares.
La psicóloga Natalya Kuznetsova explicó por qué hombres y mujeres hacen trampa.
Diferentes constituciones sexuales significan diferentes necesidades sexuales a nivel fisiológico: una pareja necesita sexo una vez al mes, otra necesita sexo tres veces por semana. Es importante conocer tu constitución sexual y la constitución de tu pareja.
Venganza inconsciente contra un padre del sexo opuesto
Frialdad emocional y desapego de la pareja, falta de cercanía emocional en la relación, muchos problemas no resueltos que no se resuelven ni discuten, sino que se silencian. Así, se acumula la ira y el resentimiento hacia la pareja. Y la agresión se manifiesta a través de la traición.
Insatisfacción sexual: el sexo se vuelve monótono y aburrido, y no produce placer. Y si una pareja ve que no puede satisfacer a su alma gemela, esto duele mucho y daña su autoestima, y busca a alguien a quien satisfacer.
Aumenta tu autoestima: la pareja no se siente valorada y deseada, o su autoestima se correlaciona con el número de parejas sexuales. Por ejemplo, puedes presumir de esto ante tus amigos, aumentando así tu estatus.
Hubo infidelidad en la familia paterna, y para una persona esto es normal, no ve nada reprensible en ello.
Celos excesivos: los reproches y sospechas constantes e infundados por parte de la pareja le incitan a hacer aquello de lo que se le acusa.
Hay problemas en las relaciones, y en lugar de resolverlos de manera constructiva, yendo a terapia familiar, es más conveniente para una pareja encontrar un "balde de basura" en forma de amante y amante, en el que se drenarán las emociones negativas y el La relación se mantendrá con este combustible.
Características nacionales: hay países en los que la infidelidad o la poligamia se consideran la norma, y esto se debe tener en cuenta al inicio de una relación, y no “fantasear” con que esa persona cambiará por ti.
Miedo y culpa: cuando en una relación a uno de los miembros de la pareja le parece que todo está bien, el otro no quiere volver a casa, pero el sentimiento de culpa o vergüenza le resulta insoportable. Es más fácil para él encontrar a alguien a su lado que decirle a su alma gemela que ya no es amado.
La relación ha dejado de ser útil durante mucho tiempo, pero por alguna razón la pareja no se atreve a poner fin a la relación (propiedad adquirida conjuntamente o negocio conjunto, hijos, renuencia a perder estatus social, solo hábito, miedo al cambio).
Una persona es básicamente incapaz de tener relaciones profundas y emocionales, o no ve valor en su pareja. La lealtad misma le parece absurda e incomprensible. También es mejor discutir esos momentos en la orilla, en caso de que sus puntos de vista sobre la relación no coincidan.