El divorcio casi siempre resulta estresante y desgarrador para uno de los cónyuges. En casos raros, cuando los socios se dan cuenta de que se están arruinando la vida el uno al otro, esta es una gran oportunidad para empezar de nuevo desde cero.
Y si alguien piensa que el divorcio siempre va precedido de una traición, está equivocado.
Los investigadores han nombrado 4 razones que con mayor frecuencia conducen a una separación o divorcio, y el adulterio no está en esta lista.
Razón uno: falta de comunicación
Uno de los socios, bajo la presión de pensamientos negativos de que es completamente imposible comunicarse con la otra mitad, puede comenzar a retirarse.
Esto va precedido de decepción, impotencia, una actitud consumista hacia los demás y una falta de comprensión mutua.
Pero si no se centra en lo negativo, sino que intenta comprender cuál es el motivo y qué le impide encontrar un lenguaje común, entonces, en general, podrá salvar la relación.
Segunda razón: viejos conflictos
Las peleas y desacuerdos no son motivo de divorcio. Es malo cuando quedan sin resolver y los socios acumulan resentimiento después de cada disputa.
Lo mismo sucede cuando marido y mujer intentan evitar conflictos, acumulando también descontento.
Pero todo se reduce a una cosa: estas personas no saben cómo resolver problemas complejos y las disputas entre ellos suelen terminar en reclamaciones e insultos.
Razón tres: alienación
Este sentimiento ocurre en ausencia de intimidad emocional y física. Por lo general, estas personas se quejan de soledad con amigos y familiares.
De una forma u otra, los socios se convierten gradualmente en convivientes.
Cuarta razón: falta de intereses mutuos
Las relaciones armoniosas se forman a partir del respeto mutuo por los intereses de todos.
No debe haber malentendidos en cuestiones de finanzas, carrera, planificación y vida personal.
En todas estas áreas y más, los socios deben trabajar juntos para discutir y encontrar la solución ideal.
Para información
El divorcio es la disolución oficial de un matrimonio válido entre cónyuges. Debe distinguirse del procedimiento de declaración de nulidad del matrimonio cuando éste se disuelve por fallecimiento de uno de los cónyuges.