La mujer ideal no necesariamente tiene que tener una figura escultural o el rostro de una supermodelo.
El secreto principal del atractivo femenino, que actúa sobre los hombres como un imán, es cómo la mujer se mira a sí misma y al mundo que la rodea.
Por supuesto, también influyen otros factores, como por ejemplo la apariencia, el aseo, el comportamiento, etc.
Sin embargo, según los expertos en el campo de la psicología y la sociología, la principal es la confianza en uno mismo.
Los científicos llegaron a esta conclusión después de muchos años de investigación.
Los experimentos muestran que es la confianza lo que más atrae a los miembros del sexo más fuerte.
Si una mujer se siente cómoda en su cuerpo, si irradia energía de determinación y alegría al mismo tiempo, atraerá la atención de cualquiera y provocará un sentimiento de admiración en quienes la rodean.
Además, esta cualidad se manifiesta no sólo en cómo se comporta una dama, sino también en cómo se siente.
El estado interior de una dama seguramente se reflejará en el exterior y se filtrará a través de su sonrisa, mirada y postura.
Repitámoslo: la confianza en uno mismo no tiene nada que ver con la edad, la apariencia o los estándares de belleza.
Este es un estado interno que se forma a través de la aceptación y el amor hacia uno mismo.
Una mujer segura de sí misma no tiene miedo de la fuerza natural que posee. Ella expresa abiertamente sus sentimientos y emociones.
Por eso para los hombres ella es la más atractiva y sexy.
