El 67% de las parejas en las redes sociales mienten sobre su vida familiar. ¿Pero sabes qué es más aterrador? Ellos mismos empiezan a creer esta mentira.
El New York Times publicó una investigación: las “familias perfectas” de Internet esconden depresión, deudas e infidelidad.
La psicóloga Laurie Gottlieb en su libro ¡Deja de esperar junto al mar! admite: “Incluso mis clientes terapeutas se avergüenzan de hablar de los problemas, tienen miedo de destruir el mito de la “pareja perfecta”.

¿Por qué es esto peligroso? El Dr. Carl Pildeman de Stanford ha demostrado que comparar a tu familia con imágenes “ideales” reduce el nivel de oxitocina (la “hormona del apego”) en un 30%.
Las historias reales son impactantes: Olga, de 32 años, cuenta: “Mi marido y yo nos estábamos haciendo un selfie en el parque, y una hora después él se fue a casa de su amante. Pero aún así publiqué la foto con el hashtag #dreamfamily".
El psicoanalista Mark Matthews dijo en el podcast The Daily que mentir sobre la familia es la nueva adicción. Comparó las redes sociales con un casino: “Apuestas al ideal, pierdes, pero sigues jugando, esperando ‘otra realidad’”.
Un ejemplo llamativo son los blogueros Jenna y Michael, quienes ocultaron durante años que vivían separados. Su divorcio fue una tragedia para 2 millones de suscriptores. "Teníamos miedo de decepcionar a la gente", sollozó Jenna al aire.
¿Cómo romper el círculo vicioso? La revista Forbes recomienda una “falsa desintoxicación”: no publicar nada sobre tu familia durante una semana y observar tus emociones.
“Si te sientes vacío, eso es una señal”, escribe el entrenador Tony Robbins . Y el autor del best seller “Familia sin falsedad”, Mark Manson, sugiere un paso radical: “Cuéntale a tus amigos sobre tu pelea más vergonzosa. Te sorprendería saber cuántas personas dirán: "¡A nosotros también nos pasó lo mismo!"
Científicos de Harvard confirman que las publicaciones honestas aumentan el nivel de confianza en las parejas en un 40%.
La paradoja más cruel la reveló la escritora Brené Brown : “Cuanto más fingimos ser felices, más nos odiamos por ser infelices”.
Los psicólogos del MIT proponen una prueba sencilla: borrar todas las fotos “perfectas” del último año. ¿Qué quedará? Si no, tu matrimonio también puede ser una mentira.
Pero también hay buenas noticias: la Generación Z ya está abandonando en masa las cuentas familiares falsas. Su nueva tendencia es el hashtag #RealFamilyChaos. ¿Podría ser este el principio del fin de la gran mentira?