Es poco probable que pueda llegar al fondo de la razón específica por la que el hombre decidió hacer trampa.
Pero no se debe negar la existencia de ciertos factores que "empujan" a los representantes del sexo más fuerte a dar este paso.
Las siguientes cinco razones son las más comunes en la vida.
1. La traición está incrustada en el nivel del ADN. Por supuesto, no existe un "gen de la traición"; más bien estamos hablando de situaciones en las que, en la familia en la que crece un niño, la traición se considera la norma. Como resultado, un hombre puede reproducir este patrón de comportamiento en la edad adulta.
2. Influye en el comportamiento del hombre y su entorno.
Si hay tramposos entre sus amigos, es probable que, tarde o temprano, aparezca y se arraigue en su cabeza la idea de que hacer trampa es una práctica aceptable y normal.
3. La pérdida de conexión emocional con una pareja, cuya consecuencia es la traición, también puede ocurrir si un hombre siente que su elegido no se está desarrollando o no mantiene el interés en la vida.
4. La luz verde en el camino hacia la infidelidad se enciende para los hombres incluso si su pareja comienza a prestar más atención a los niños, las responsabilidades del hogar, etc.
En tales situaciones, la cabeza de familia comienza a sentirse olvidada y sin importancia en su vida.
5. Finalmente, en ocasiones los viajes hacia la izquierda se asocian a la ausencia de niños.
Si una pareja no puede tener herederos, esto puede influir en la traición del hombre.
Todo lo anterior no justifica de ninguna manera la presencia de la amante de un hombre, solo explica por qué ocurre la trampa.