Desde un punto de vista legal, marido y mujer pueden trabajar juntos; la ley no lo impide.
Pero desde el punto de vista de la psicología de las relaciones, un proyecto empresarial común o cada día pasado juntos en casa y en el trabajo puede afectar el ardor de los sentimientos.
Los expertos explicaron en qué casos la colaboración puede arruinar una relación matrimonial y si hay excepciones.
Por qué no
Simplemente no se recomienda que los cónyuges trabajen juntos.
Sin embargo, estudios y encuestas muestran que nada bueno saldrá de tales uniones.
Hasta cierto punto todo irá bien, hasta que uno de los socios decide de repente que es el jefe de la familia y del trabajo.
Cualquier dominio, tanto en las relaciones personales como en las relaciones con los subordinados, tiene consecuencias desagradables.
Excepción
Cuando el trabajo para un marido y una mujer es uno de los pasos hacia un objetivo común, serán profundamente indiferentes a dónde y con quién trabajan.
Este es el raro caso en que el trabajo para ellos se convierte en parte, si no en una forma de vida.
Por supuesto, incluso en este caso no son inmunes a los conflictos civiles.
Pero las consecuencias de los conflictos en este caso adquieren dimensiones completamente diferentes.
Para resumir todo lo dicho, cabe destacar que lo principal es la actitud ante el matrimonio.
Para aquellos que anteponen el bienestar de la familia, todas las demás cuestiones desaparecen por sí solas.