Mientras continúa o recién comienza a trabajar en una relación larga y feliz, tómese la molestia de conocer algunos detalles de su pareja.
No tienes que hacerte el psicólogo y tu pareja no sospechará nada, porque sólo tendrás que hacerle dos preguntas.
La primera pregunta es: “¿Cómo puedo apoyarte?”
Primero, la pregunta en sí te hace estar abierto a las necesidades de tu pareja, incluso si no tiene nada de malo.
Y usted mismo puede convertirse en la persona que más necesitará en tiempos difíciles.
Tu pregunta le hará saber que lo escuchas, lo aprecias y te preocupas por su vida.
Y, en general, podrás evitar escenas desagradables en las que una persona le da consejos inútiles a otra.
Segunda pregunta: “¿Cómo puedo ayudarte?”
No se trata de una acción proactiva, sino más bien de un intento de resolver un problema complejo, ayudar a lograr un objetivo importante o simplemente compartir las dificultades y problemas cotidianos.
Al hacer esta pregunta, le harás saber a tu pareja que te preocupas por sus intereses, ambiciones y planes para el futuro.
Al mismo tiempo, no olvides alegrarte por sus éxitos, que también fortalecerán tu relación.