Incluso una mujer madura puede caer en una “trampa” en una relación.
La experiencia de vida y la ausencia de gafas de color rosa, por extraño que parezca, no siempre ayudan.
Entonces, ¿en qué situaciones desagradables puede meterse en su vida personal un representante del buen sexo que ya ha celebrado su cuadragésimo cumpleaños?
Alfonso
Los hombres que sueñan con encontrar un “patrocinador” prestan especial atención a las mujeres maduras.
De hecho, entre estos representantes del buen sexo, las personas ricas y exitosas son más comunes que entre las niñas.
A pesar de su capacidad para comprender a las personas y de los numerosos fracasos que ha experimentado, es posible que una mujer mayor de 40 años no vea en su nuevo amante a una persona calculadora y poco sincera.
¡Ten cuidado! Muchos gigolós tienen dos caras y son muy astutos.
Sobreprotección
Con la edad, muchas mujeres desarrollan el deseo de cuidar de alguien.
Y a menudo es el amante quien se convierte en el “objeto de cuidado”.
Un hombre se acostumbra rápidamente a que lo cuiden y se vuelve vago y grosero.
¡No olvides que tu acompañante también debe cuidar de ti!
Actitud tranquila hacia el matrimonio no oficial.
Muchas mujeres con experiencia llegan a la conclusión de que el sello en el pasaporte no es tan importante.
Por un lado, ésta es una conclusión correcta. La falta de voluntad para acudir a la oficina de registro no interferirá con el amor verdadero.
Por otro lado, el matrimonio es un “rito” simbólico importante que indica la seriedad de la relación.
A una mujer que está de acuerdo con la conclusión de que el matrimonio no es necesario le resultará más difícil "descubrir" a un hombre que esté verdaderamente enamorado y dispuesto a asumir responsabilidades.