En el fragor de una discusión, una persona puede decirle a su pareja: “¡Si vuelves a hacer eso, me divorciaré de ti!”.
Esta técnica es muy peligrosa. Especialmente si en realidad la persona no desea divorciarse.
Al amenazar a su pareja con el divorcio, aumenta el riesgo de que la familia se rompa.
Y lo más interesante es que lo más probable es que la solicitud de divorcio no la presente usted, sino su cónyuge.
"Pre-duelo"
Hay un concepto interesante en psicología: "Pre-duelo".
Significa lo siguiente: una persona comienza a preocuparse por un evento que aún no ha sucedido.
Con el tiempo, la persona se acostumbra a este estado y se calma: “¡De todos modos es inevitable! ¿Cuál es el punto de llorar si todavía no puedo arreglar nada?
En algunas situaciones, este razonamiento ayuda a la persona a prepararse psicológicamente para problemas graves.
En otros casos, el “duelo preliminar” obliga a uno a darse por vencido y dejar de luchar.
Por qué no deberías amenazar a tu marido o mujer con el divorcio
Ahora volvamos al punto de partida.
¿Por qué la amenaza de divorcio es algo tan malo?
La respuesta es simple: al utilizar esta técnica, obligarás a tu pareja a comenzar a experimentar ese mismo “duelo preliminar”.
Al principio, su pareja se asustará y comenzará a intentar cambiar la situación... Y luego simplemente aceptará lo que está sucediendo.
Es posible que su cónyuge llegue a la conclusión equivocada de que el divorcio es inevitable y simplemente deje de intentar restablecer las relaciones normales.
Con el tiempo, la persona decidirá: “¡Pero el divorcio no es una decisión tan equivocada!”