Muchos representantes del buen sexo engañados perdonan a sus cónyuges infieles.
¿A qué se debe este comportamiento de algunas mujeres?
Resulta que hay al menos tres razones por las que muchas mujeres no quieren dejar a sus maridos infieles.
"Él es el sostén de la familia"
Una esposa puede rechazar la idea de divorciarse de su marido infiel si él mantiene a la familia.
Romper con una persona así hará que la mujer enfrente serios problemas económicos.
La falta de voluntad para resolver los problemas por sí solos obliga a algunos representantes del sexo débil a aceptar el estilo de vida salvaje de su pareja.
"Es un buen padre"
El signo de igualdad entre los conceptos de “marido infiel” y “mal padre” no existe en todos los casos.
Algunos hombres infieles son muy buenos padres.
La mujer comprende: si se divorcia de esa persona, su hijo estará muy preocupado.
Queriendo evitar tal resultado, la dama decide perdonar a su marido y salvar a la familia.
"Me encanta"
Sucede que no se trata de dinero ni de niños.
Una mujer sin hijos puede perdonar a su marido infiel, que gana poco, porque simplemente se está enamorando.
"El amor es malo..." - tal dicho apareció no en vano.