A primera vista, un hombre amable es el candidato ideal para el papel de marido.
Sin embargo, no todas las niñas se esfuerzan por formar una familia con una persona así.
Muchos representantes del buen sexo tienen una actitud positiva hacia los chicos amables y comprensivos, pero no quieren casarse con ellos.
¿Por qué? El hecho es que un buen marido no sólo tiene ventajas. Desafortunadamente, existen algunas desventajas que pueden arruinar la vida familiar. Y las mujeres lo entienden.
Una persona amable ayudará a los extraños.
Algunas personas serviciales dedican mucho tiempo a satisfacer las solicitudes de otras personas.
Es bueno que el marido ayude a su esposa y a sus padres.
¿Qué pasa si un hombre acude constantemente en ayuda de extraños, sin pedir nada a cambio?
Tal confiabilidad cansa a una persona, comienza a olvidarse de cuidar completamente a su cónyuge e hijos. Este comportamiento no tiene el mejor efecto en la vida familiar.
Evitará constantemente peleas.
Parecería que un hombre que sabe “extinguir” los conflictos familiares o simplemente no participa en ellos es el cónyuge ideal.
De hecho, esa persona no escucha todas las quejas de su pareja.
Sí, se evitan las peleas. ¡Pero los problemas no se resuelven! Después de todo, los conflictos surgen por una razón: hay alguna razón.
Es mejor discutir, pero finalmente llegar a un consenso y llegar a un compromiso, que permanecer en silencio.
No hablaré de problemas
Un hombre amable probablemente no querrá “cargar” a su alma gemela con sus problemas.
¿Esto es bueno? ¡No! Porque la persona ocultará sus afirmaciones.
La esposa simplemente no sabe que está cometiendo algún error en la relación con su marido.
Como resultado, surgirá la misma dificultad que en el párrafo anterior: los problemas seguirán sin resolverse.