Si resuelves las cosas de acuerdo con las reglas, entonces la unión de dos corazones solo se beneficiará de esto. Entonces las disputas no sólo terminarán en reconciliación, sino que también se podrá resolver el problema doloroso.
Alguien dirá que es necesario tener talento para poder pelear y luego terminarán aún más cerca el uno del otro. Pero esto no es del todo cierto.
No es necesario dominar el arte de la negociación; basta con excluir cinco temas delicados a la hora de resolver la relación.
Primero, no compares a tu pareja.
No puedes comparar a tu ser querido con ex, vecinos, conocidos o compañeros. Además, no se puede comparar con familiares.
Esas palabras duelen gravemente y la ofensa no será perdonada muy pronto.
En segundo lugar, discuta una situación específica.
Si no le gusta el hecho de que su cónyuge no ponga la taza en el lavavajillas, simplemente hable de esto. No es necesario agregar calcetines esparcidos, ventanas sucias y un refrigerador vacío.
Lo mismo ocurre con los errores que ya has comentado en peleas pasadas. No es necesario volver a ellos.
En tercer lugar, la prohibición de hablar de relaciones íntimas.
Si durante una pelea entras en una relación profundamente personal, señalando el fracaso de alguien en este asunto, puedes humillar seriamente a esa persona.
Esta es simplemente una técnica prohibida. Acostúmbrate.
Cuarto, no amenace con irse o romper.
Si no está preparado para terminar la relación, exprésese con cuidado. Queriendo intimidar a tu pareja amenazándola con irse, un día te darás cuenta de que la amenaza no funciona. O tal vez, por el contrario, tu pareja se alegrará con estas palabras.
Quinto, no apaciguar a tu pareja.
Es posible que una persona tranquila simplemente hable emocionalmente durante una pelea, en lugar de gritar. Al aconsejarle que se calme en este momento, estás echando más leña al fuego. Así que será mejor que te calmes.
Anteriormente hablamos de por qué las personas no tienen prisa por dejar a sus parejas abusivas .