"Vivir la vida no es un campo que cruzar". Este dicho se puede aplicar fácilmente al matrimonio. Lo más interesante es que en total hay 5 etapas del matrimonio.
Y si logras pasar los 2 primeros, la relación será larga y feliz. Por ello, vale la pena analizar las principales etapas del matrimonio por las que pasan todos los bares sin excepción.
Enamoramiento y romance
Esta etapa suele considerarse la más vibrante y emocionante. Los socios se sumergen en un mundo de amor, donde todo parece posible.
Reuniones románticas, conversaciones interminables y cumplidos sinceros crean una atmósfera especial de comprensión e intimidad mutuas. En este punto, la pareja construye ideas idealizadas sobre el futuro y lo que será su relación.
Adaptación y adaptación
A medida que el enamoramiento da paso a la realidad cotidiana, comienza el proceso de adaptación. Los socios son conscientes de las diferencias en sus caracteres, hábitos y perspectivas de la vida. Esta etapa suele ir acompañada de negociaciones y compromisos a medida que la pareja aprende a respetarse y aceptarse mutuamente tal como son.
Contemplación y análisis
Este es el momento en el que una pareja piensa si deben continuar su relación. Analizan sus sentimientos, las acciones de su pareja y sus propias acciones. Este es un período de autoestima y evaluación de las relaciones en general.
Como muestra la práctica, esta etapa se considera una de las más difíciles. Si los socios no pueden llegar a un acuerdo entre ellos, esto conducirá definitivamente al divorcio. Como muestra la práctica, si los socios saben aguantar y esperar, pasan esta etapa.
Encontrar un compromiso
La única forma de salvar una relación es llegar a un acuerdo. La etapa también se puede llamar una de las más difíciles, porque aparecen muchos conflictos y deseos. Por ejemplo, a veces simplemente no se puede llegar a un compromiso y en las relaciones comienzan las traiciones y las traiciones. Y si logras superarlo, comienza la etapa de aceptación.
Aceptación de uno mismo y de los demás.
En esta etapa, los cónyuges se dan cuenta de que nadie es perfecto y comienzan a aceptarse tal como son. Este es un momento de verdadera armonía cuando una pareja encuentra alegría en lo que tiene y se aprecia mutuamente por su individualidad y singularidad.
Además, cada socio comienza a hacer lo que le produce placer. En esta etapa, muchos entienden que la felicidad no depende de la pareja y debe tomarse en sus propias manos. El egoísmo saludable en las relaciones y la aceptación de su pareja son componentes importantes de un matrimonio feliz.
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