Un tiempo después del nacimiento de su primer hijo, muchos padres empiezan a pensar en tener un segundo.
Una de las dificultades que pueden encontrar las familias en esta etapa es la probable aparición de celos del hijo mayor hacia el menor.
En este caso, es importante evitar los extremos, como mimar demasiado al niño mayor u olvidarse de él en el cuidado del menor.
En su lugar, dígale a su hijo que necesita su ayuda y asígnele diferentes tareas para cuidar a su hermano menor. Importante: si un niño se muestra reacio a ayudar, no insista para evitar la formación de emociones negativas.
¿Vas de compras? Lleva a tu mayor contigo: déjalo elegir ropa o juguetes para el más pequeño. No olvides comprarle un juguete o regalarle un regalo como agradecimiento. Esto ayudará al primogénito a sentirse importante y le dará confianza en sí mismo.
Cuando regrese del hospital de maternidad, tómese el tiempo para presentarle al mayor al menor. Deja que el mayor mire al bebé, lo toque y le ayude con pequeñas tareas.
Aliente todos los intentos del anciano por ayudar, asegúrese de agradecerle y elogiarlo, señalándole lo responsable y amable que es.
La agresión es inevitable y debe encontrarse con una respuesta adecuada por parte de un adulto. Siéntate y habla tranquilamente con tu hijo, sosteniéndolo en tu regazo y mostrándole empatía.
No te saltes los rituales habituales que tenías antes del nacimiento de tu hijo menor. Los abrazos antes de dormir, la lectura de libros y otras expresiones de amor no deben desaparecer de la vida de una persona mayor. Esto le ayudará a comprender que tener uno más joven no ha disminuido tu amor por él.
Anteriormente, compartimos 10 consejos para ayudar a criar a un niño feliz.