Las crisis familiares son una parte natural de la vida de cada pareja y familia en su conjunto. Las crisis pueden surgir por diversos motivos, por ejemplo: financieros (cambios económicos que se han producido en la familia), cambios en la estructura de la vida cotidiana, conflictos constantes entre los miembros de la familia, etc.
Es muy importante para evitar que la crisis familiar se agrave; es necesario aprender a escucharse y escucharse, para que cada miembro de la familia pueda transmitir correctamente sus pensamientos y necesidades, hablar abierta y sinceramente. Y en un momento de crisis, trate de no actuar basándose en las emociones, sino ante todo de comprender sus propias emociones y necesidades.
El problema más básico en las crisis familiares es la falta de comunicación, es decir, cuando los miembros de la familia dejan de comunicarse entre sí, se alejan y no dicen abiertamente lo que les gusta y lo que no les gusta, esperando que las cosas De alguna manera se solucionará y resolverá por sí solo, dice Fatueva Mariam Vladimirovna , psicóloga clínica y terapeuta corporal.
Muy a menudo las personas experimentan dificultades para expresar sus emociones, sentimientos y pensamientos. Los familiares tampoco saben cómo escuchar al oponente, oírlo y comprender lo que la persona intenta transmitir y lo que quiere. Y así los malentendidos y los conflictos no hacen más que empeorar.
En este caso, ayudarán las habilidades comunicativas, por ejemplo, la “comunicación no violenta”, así como la habilidad de asertividad, es decir, la confianza en uno mismo.
Es muy importante aprender a hablar y escucharse correctamente. A continuación se ofrecen algunos consejos que pueden ayudarle a comprender cómo negociar y escucharse mutuamente de forma eficaz.
- Es necesario establecer un entorno abierto y de confianza.
- Es importante que cada miembro de la familia se sienta seguro en la comunicación, que sus opiniones y sentimientos sean importantes.
- Es necesario crear un espacio de conversación donde cada miembro de la familia se sienta seguro, por ejemplo, reuniéndose cada semana durante un par de horas para que todos puedan hablar sin miedo a ser juzgados. Para que durante estas horas puedas expresar todo lo que se ha acumulado en tu alma.
- Muestra empatía durante la conversación, intenta ponerte en el lugar de la otra persona e intenta comprender su punto de vista, comprender la situación. Intenta comunicarte con tu familia como si fueras un extraño al que quieres ayudar, como si el problema no estuviera en tu familia, sino en uno de tus amigos. Esto te ayudará a ser más tolerante y comprensivo.
- Una buena habilidad es la escucha activa. Escuche, comprenda la situación. No se limite a escuchar, sino que participe activamente en la conversación. Confirme que comprende los sentimientos y el punto de vista del otro interlocutor, haga preguntas aclaratorias y brinde la mayor retroalimentación posible.
- En una conversación, no culpes de ninguna manera; evita reproches y acusaciones. Las críticas y acusaciones sólo aumentarán las emociones negativas e inflamarán el conflicto.
- Concéntrate en los sentimientos de la otra persona y en los tuyos propios, en expresar tus sentimientos y en cómo la otra persona expresa sus sentimientos. No permitas reproches y reclamos mutuos.
- Trate de encontrar soluciones y compromisos conjuntos que satisfagan a ambas partes o a todos los miembros de la familia.
- Cuando se comunica como toda la familia, es un esfuerzo de equipo que ayudará a resolver el problema de manera más efectiva.
Cualquiera puede tener crisis familiares, lo principal es aprender a afrontarlas de forma eficaz. Este es un trabajo difícil para uno mismo, pero si lo desean, todos pueden afrontarlo.
Las crisis pueden causar muchas emociones negativas, pero al aprender a hablar y escucharse, la familia puede superar juntas cualquier dificultad.
Y si no puede arreglárselas solo, no dude en contactar con especialistas, como un psicoterapeuta o un psicólogo, que podrán ayudarle a solucionar el problema analizando más en profundidad la situación de crisis.