El cumpleaños es una fiesta que cada uno aborda de manera diferente. Algunas personas se alegran con los regalos, pero para otras esta celebración sólo les recuerda que la juventud se va, que los mejores tiempos quedan atrás.
Sí, una persona tiene que perder algo, sucede inevitablemente. Pero aun así gana algo. Por ejemplo, se vuelve más experimentado, más sabio e inteligente.
Además, con el paso de los años, empieza a valorar algo que es verdaderamente importante. Hay varios ejemplos de tales cosas.
Cama cómoda
Dormir en la juventud no parece ser algo importante y muy demandado en grandes cantidades. Es posible que un individuo no preste atención a su higiene. Notará que se siente bien incluso durmiendo poco.
Pero con el paso de los años, adquiere importancia; su cantidad repercute en tu bienestar. Una persona se preocupa por dormir lo suficiente para mejorar su bienestar. Por esta razón, para él es importante una cama cómoda.
Orden
Como adolescente y adulto joven, el desorden puede parecer un desorden creativo. Pero con el paso de los años, todo el mundo empieza a apreciarlo.
La persona nota que las cosas dispersas literalmente le irritan y que no puede mirarlas con calma. Al final, limpia preocupado por su estado de ánimo.
Médico verificado
Cuando un individuo es joven, no piensa mucho en hacerse un examen para hacerlo por motivos de prevención.
Pero poco a poco se le van dando a conocer algunos síntomas desagradables y problemas de salud. Apreciará mucho tener su propio médico, si es competente.
Impresiones, no cosas.
Estos últimos no son eternos, tienden a romperse y fallar. No tiene sentido acumularlos, cuya comprensión se produce con el paso de los años.
Pero las impresiones permanecen para siempre; pueden almacenarse en la memoria indefinidamente. Es por esto que se vuelven tan valiosos y significativos cuando una persona crece.
Cosas así pueden ser valiosas incluso en la juventud. Pero sólo con el paso de los años un individuo puede empezar a darse cuenta de que no es posible prescindir de ellos.