Mentir no es algo a lo que se deba recurrir. Socava la confianza en las relaciones e impide que las personas se acerquen y estén en la misma página.
Los adultos lo saben y tratan de transmitírselo a sus hijos. Aprenden la lección y poco a poco empiezan a comprender que mentir sólo puede envenenar su existencia. Pero es posible que otro niño todavía recurra a ello.
Si esto sucede, puede explicarse por varias razones. Un niño puede tener miedo al castigo, puede atraer la atención de los adultos, de la que carece, puede intentar parecer mejor de lo que es para ser aceptado por la sociedad.
Pero en cualquier caso, los padres, cuando se dan cuenta de que su hijo o hija no es honesto, empiezan a pensar en cómo cambiar la situación.
Pueden influir en lo que sucede. Podrán evitar que su hijo mienta si siguen algunos consejos.
Cambia tu reacción
No debes hacer preguntas provocativas ni aclarar quién hizo algo. No es necesario que levante la voz ni regañe a su hijo, porque esto probablemente hará que tenga aún más miedo de decir la verdad.
Es mejor decir que la mala conducta es visible y ahora hay que pensar en cómo corregir la situación. En este caso, el bebé no tendrá que esquivar, aceptará la responsabilidad y aprenderá a salir de las situaciones sin mentir.
no etiquetar
No debes llamar mentiroso o mentiroso a tu hijo. Además, no debes reprender públicamente a tu hijo por mentir.
Esto sólo puede convencerlo de su inutilidad. Y en este caso, no intentará ser diferente.
Preste atención al estilo de crianza
Muy a menudo, como ya se mencionó, un niño miente porque tiene miedo al castigo. Es necesario recordar cuál fue la reacción anterior a la mentira, cómo se produce en general la comunicación con el niño.
Si a menudo le levantan la voz, no es de extrañar que oculte la verdad.
Separar fantasía y realidad
Si un niño fue sorprendido mintiendo, entonces debes prestar atención a su edad. Un niño en edad preescolar no siempre puede separar la verdad de la ficción y, a menudo, hace pasar esta última por realidad.
En este caso, es necesario explicar qué y qué es, para que el bebé aprenda a distinguir entre fantasías y realidad.
Estas técnicas no funcionarán de inmediato. Pero gradualmente, con su ayuda, será posible lograr resultados duraderos y hacer que el niño sea sincero y honesto.