Un individuo tiene muchas opiniones similares con alguien de su entorno más cercano. Tiene los mismos puntos de vista con el mismo amigo o familiar, por lo que mantiene una relación cercana.
Pero aún así nadie puede tenerlo todo perfecto. En algún momento, pueden surgir desacuerdos y puntos de vista divergentes. Nada de esto es motivo para dejar de interactuar.
Si algún tema es importante, puede intentar cambiar la opinión del interlocutor al respecto. Hay varias formas de hacer esto.
Halagar
Esto no se considera correcto, pero a veces hay situaciones en las que es necesario recurrir a ese truco. Vale la pena notar algo bueno en el interlocutor; vale la pena encontrar un vínculo racional en lo que dice.
Cuando se enfatiza esto, el oponente se ablandará. Convencerlo y transmitirle algunos de tus argumentos será mucho más fácil.
Usa la fatiga
Con el tiempo, las fuerzas abandonan a todos. Si el diálogo se prolonga durante mucho tiempo, conviene empezar a observar el estado de la persona con la que se mantiene.
El interlocutor empezará a cansarse, lo que se notará en su expresión facial, en los movimientos de su cuerpo, que se escucharán en su discurso. En este estado, rápidamente estará de acuerdo con lo que antes negaba. Hay que aprovechar el momento.
repetir palabras
Vale la pena decir lo que dice tu oponente, volver a contar su discurso. En este caso, verá que lo escuchan con atención, que aquel con quien se comunica es digno de confianza.
Para mejorar el efecto, puedes asentir periódicamente. Cuando se establece el contacto, puede comenzar a insistir por su cuenta, lo que es más probable que suceda.
Reflejar
Este método, nuevamente, generará confianza. Debes repetirle a tu interlocutor no solo las palabras, sino también los gestos, copiar las poses en las que está de pie o sentado.
De esta manera será posible lograr la lealtad, será posible acercarse a aquel con quien tuvo lugar la disputa. El oponente se relajará más, se volverá más amigable con la persona con quien se comunica y estará más dispuesto a escuchar lo que se le dice.
Técnicas tan simples no le permiten comenzar inmediatamente a convencer a ningún interlocutor en todo. Pero con el tiempo, en muchos casos será posible convencer a tu oponente.