El mar, que se discutirá en este artículo, puede considerarse un verdadero milagro acuático de nuestro planeta.
Un par de consejos: su superficie es de 2.900.000 kilómetros cuadrados, su profundidad máxima alcanza los 6.820 m y lleva el nombre de su descubridor, James Weddell.
Probablemente, estos hechos sean suficientes para adivinar que la historia tratará sobre el mar de Weddell.
Fue descubierto por una expedición de un navegante británico y uno de los primeros exploradores de la Antártida allá por 1823.
Por cierto, el canal abierto recibió por primera vez el nombre del rey Jorge IV, pero en 1900 pasó a llamarse en homenaje a Weddell.
El Mar de Weddell es uno de los mares más grandes del mundo.
Pero eso no es todo lo interesante que tiene: se puede encontrar una mención del mar en el Libro Guinness de los Récords.
Aquí se le llama el mar más limpio del planeta, ya que sus aguas son tan claras como el agua destilada.