¿Sabías que cada plátano contiene una pequeña dosis de radiación?
Se trata del potasio-40, un isótopo natural que se encuentra en esta fruta.
Pero no te apresures a tirar el racimo: para obtener una dosis peligrosa, necesitarías comer 10 millones de plátanos de una sola vez.
A modo de comparación: a lo largo de un año, una persona absorbe alrededor de 3-4 milisieverts de radiación del ambiente, mientras que un plátano “cede” sólo 0,0001 milisieverts.
Por cierto, los plátanos no son los únicos alimentos “radiactivos”. Las nueces de Brasil, las patatas e incluso la carne roja contienen trazas de isótopos, pero sus niveles son completamente seguros.
Ahora imaginemos un cúmulo típico de 500 toneladas de peso flotando sobre nuestra cabeza. ¡Esto equivale a la masa de 100 elefantes o 70 automóviles! ¿Porque no se cae?
Todo está en el tamaño: una nube está formada por miles de millones de gotitas de agua microscópicas o cristales de hielo que son tan pequeños que son sostenidos por corrientes de aire ascendentes. Pero cuando las gotas se juntan y se vuelven más pesadas, comienza a llover.
Por cierto, la nube más larga del mundo es Morning Glory en Australia. Parece un tubo gigante de hasta 1.000 kilómetros de largo y se mueve a una velocidad de 60 kilómetros por hora.
Otro dato que cambiará tu idea de los desiertos: un antiguo río subterráneo fluye bajo las arenas del Sahara. Se descubrió mediante imágenes satelitales que mostraban que en algunos lugares la arena estaba colapsando en canales subterráneos.
Los nómadas locales lo saben desde hace miles de años: encontraron oasis que se alimentaban de agua de manantiales ocultos.
Y en la Antártida hay una “cascada de sangre”: un líquido de color rojo oxidado fluye desde un glaciar. Los científicos han descubierto que el agua contiene óxidos de hierro, que la colorean, y que la fuente es un lago subglacial que ha estado aislado durante millones de años.
Cuando se habla de agua no se puede dejar de mencionar la Fosa de las Marianas. Si arrojas una bola de hierro allí, tardará 4 horas en llegar al fondo.
La presión a una profundidad de 11 km es 1.100 veces mayor que en la superficie, pero todavía hay vida allí: por ejemplo, amebas gigantes y peces fantasma con piel transparente.
Un dato para los amantes del espacio: 100 toneladas de polvo cósmico caen a la Tierra cada día. Son restos de cometas, asteroides y meteoritos que se queman en la atmósfera, pero las partículas más pequeñas se depositan en la superficie.
Resulta que respiramos “polvo de estrellas” y ni siquiera nos damos cuenta. Aún más sorprendente es que su cuerpo contiene átomos que se crearon en los núcleos de estrellas distantes hace miles de millones de años. ¡Estamos literalmente hechos de espacio!
Y por último: ¿sabes por qué a veces los rayos caen dos veces en el mismo lugar? Es simple: los objetos altos, como árboles o edificios, se convierten en "imanes" para las descargas eléctricas.
El rayo más largo se registró en Argentina: su longitud fue de 700 km.
Y en Venezuela hay un lugar donde caen rayos 300 días al año. Los científicos aún discuten por qué ocurre esto, pero los residentes locales se han acostumbrado al eterno espectáculo de luces.
Ahora lo entiendes: el mundo está lleno de misterios, que a veces son más extraños que la ficción. Sólo queda sorprenderse y buscar nuevos hechos, porque están en todas partes.