El austriaco Adam Rainer, que vivió en la primera mitad del siglo XX, fue una persona única.
Este hombre logró ser a la vez enano y gigante.
Cuando Rainer tenía 18 años, medía poco más de 120 centímetros.
Y al final de su vida, el austriaco era un gigante de 234 centímetros.
El poseedor del récord inusual nació en 1899 en Graz.
La altura de los parientes cercanos de este hombre era normal.
Pero el propio Adán resultó ser un enano: en 1917, la altura del joven era de sólo 122,5 centímetros.
Sin embargo, 8 años después la situación cambió: Rainer de repente empezó a crecer. Y muy rápido.
Este fenómeno inusual para un hombre de 26 años se explica por un tumor en la glándula pituitaria.
El tumor le fue extirpado cuando Rainer ya tenía más de 30 años.
La operación contribuyó a frenar el crecimiento, pero, lamentablemente, no detuvo este proceso.
En 1931, la altura de Rainer alcanzó los 218 centímetros y 19 años después la cifra era de 234 centímetros.
La transformación de enano a gigante no condujo a nada bueno: el hombre enfrentó una gran cantidad de dolencias y acabó postrado en cama.
Adam Rainer murió el 4 de marzo de 1950.