Si cree que solo un hombre grande puede convertirse en poseedor del récord de consumo rápido de alimentos, está profundamente equivocado.
Resulta que las mujeres en miniatura también pueden ganar en concursos “gastronómicos”.
Por ejemplo, Sonya Thomas de Estados Unidos. Su altura es de 152 centímetros y su peso es de 47,5 kilogramos.
A pesar de su aparente fragilidad, la mujer estadounidense ha batido numerosos récords relacionados con la ingesta de alimentos a gran velocidad.
En el siglo pasado, una mujer estadounidense estableció un récord por el consumo más rápido de huevos cocidos: 65 piezas en 400 segundos.
En el verano de 2000, Thomas logró comerse 35 salchichas en 10 minutos. En aquel momento, esta cifra también era un récord mundial.
Y unos meses después, la mujer logró comerse más de cuatro docenas de langostas en 12 minutos.
En el otoño de 2010, Thomas ganó un concurso de comer alitas de pollo. En 12 minutos, la mujer logró comerse 181 piezas.
Cabe señalar que el estadounidense logró vencer a un hombre de 104 kilogramos y 188 centímetros que consumió “sólo” 169 alitas de pollo.