La duración estándar de un partido de fútbol es de 90 minutos (más algunos minutos extra).
Además, si el tiempo reglamentario termina en empate, podrán ser necesarios dos períodos adicionales de quince minutos.
Por supuesto, todo podría terminar en una larga tanda de penaltis.
Pero en cualquier caso, es difícil imaginar que un partido oficial dure más de 3 horas.
Pero un partido no oficial bien puede durar... varios días.
Un evento de este tipo tuvo lugar en el verano de 2015 en el Reino Unido.
La sede del partido fue el St. Mary's Stadium de la ciudad inglesa de Southampton.
El partido fue organizado por una de las organizaciones benéficas inglesas.
Los representantes de esta organización se dividieron en dos equipos.
Los futbolistas aficionados pasaron... ¡102 horas en el campo!
Por supuesto, los jugadores necesitaron hacer pausas para comer, descansar y recuperarse. Por eso, las sustituciones dentro del partido eran muy habituales.
El juego terminó con un marcador de 910:725. Ganaron los jugadores con uniformes rojos.
El objetivo de los organizadores del partido era recaudar dinero para obras de caridad. Y se consiguió un buen resultado: gracias al inusual espectáculo se recaudaron 25.000 libras esterlinas.