Los refrescos son sin duda una de las bebidas más dañinas, lo que no afecta en modo alguno a su popularidad.
A mucha gente le gusta la bebida.
Es especialmente importante el hecho de la diversidad, que también añade atractivo al producto a los ojos del comprador: siempre quieres probar algo nuevo.
Sin embargo, algunos gustos son tan extraños que su aparición en el mercado parece una decisión muy extravagante.
Una empresa de refrescos de California sorprende a sus clientes con una bebida con sabor a maíz. La idea nunca obtuvo una aceptación generalizada.
Se cree que en diferentes países al menos cinco fabricantes producen una bebida con sabor y aroma a productos cárnicos.
Sin embargo, una empresa ha ido aún más lejos: ofrece a sus clientes probar una bebida con sabor a tocino quemado.
Es difícil imaginar tal combinación en un refresco, pero los residentes de los Estados Unidos pueden probar este refresco.
Cabe señalar que este fabricante (Jones Soda) se posiciona inicialmente como un “proveedor” de los gustos más extraños.