El arte de lanzar "panqueques" se originó al menos en la antigüedad: a los antiguos griegos les encantaba divertirse arrojando al mar conchas, piedras y fragmentos de arcilla que encontraban en la orilla.
Al parecer, esta tradición continuó en la Edad Media. Por ejemplo, en Inglaterra el juego de “patos y dracos” era popular desde el siglo XII. Los jugadores debían arrojar una piedra o una concha de ostra a lo largo de la superficie del agua, después de lo cual comenzaba el conteo: cuando el objeto rebotaba por primera vez, decían "pato", la segunda vez decían "draco", etc.
En Estados Unidos, el juego de los panqueques, conocido como salto de piedras, quizás fue popularizado por el propio George Washington: una leyenda cuenta cómo arrojó un dólar de plata al río Potomac.
Hoy en día, lanzar “panqueques” y “ranas” ha dejado de ser un entretenimiento y se ha convertido en un deporte serio.
Tiene muchos seguidores en todo el mundo y aquellos que quieran demostrar sus habilidades pueden participar en competiciones especialmente organizadas.
Uno de estos torneos tuvo lugar en 2007 y no quedó sin rastro: estableció un récord mundial en el número de toques de una piedra lanzada paralela a la superficie del agua.
Esto lo logró un residente del estado estadounidense de Pensilvania, quien logró el resultado de 51 toques de agua.
La piedra voló 76 metros y después de que los expertos estudiaron cuidadosamente el video de Byars arrojando piedras para determinar con precisión el número de toques, el nuevo récord se inscribió en el Libro Guinness de los Récords.