Según la opinión generalizada, los idiomas más difíciles son el árabe, el chino y el japonés.
El ruso en este sentido tampoco se queda atrás, si recordamos las palabras del Maestro: "Sé cinco idiomas, excepto mi lengua materna: inglés, francés, alemán, latín y griego" de la obra inmortal de Mikhail Bulgakov.
Pero la palabra más larga no se encontró en ruso ni en chino, sino en alemán y constaba de 65 letras.
En realidad, la palabra en sí tiene varios componentes y se refiere a la ley que regulaba la marca del ganado, y con ella el etiquetado de la carne de vacuno, que se hacía para prevenir la propagación de la enfermedad de las vacas locas.
La ley fue desarrollada en 1999 en Mecklemburgo (noreste de Alemania).
Según Associated Press, la palabra ha dejado oficialmente de existir, lo que no habría sucedido si no fuera por los burócratas de la Unión Europea.
La palabra Rindfleischetikettierungsueberwachungsaufgabenuebertragungsgesetz estaba compuesta por 65 letras.
El creador de la palabra, que resultó ser el jefe de agricultura regional, Til Backhaus, tuvo que explicar este nombre durante mucho tiempo.
Debido a que la palabra ha “muerto” oficialmente en el diccionario alemán, otra, no mucho más corta, compite por el liderazgo.
Esta es la palabra Donaudampfschifffahrtsgesellschaftskapitaenswitwe, en la que los alemanes lograron meter 47 letras.
El significado es mucho más cotidiano: "viuda del capitán de la Compañía Naviera del Danubio".
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