No hay una sola persona que no haya oído hablar de historias de miedo asociadas con las razas de perros de pelea.
A menudo su imagen se presenta de forma extremadamente negativa, como si no fueran mascotas, sino auténticos depredadores esperando el momento adecuado para atacar.
Los expertos creen que se trata de una idea errónea, que se basa en publicaciones en los medios de comunicación y en la historia de la creación de la raza. De hecho, un pitbull parecerá más amenazador que un pastor alemán, aunque presentan aproximadamente el mismo grado de peligro.
De hecho, es difícil decir qué razas de animales atacan con mayor frecuencia a las personas, ya que no se llevan estadísticas de este tipo. Sin embargo, hay pruebas de que son principalmente los perros miniatura los que se “portan mal”.
Su reputación también juega en contra de los perros de pelea. Anteriormente, eran propiedad principalmente de delincuentes, para quienes el perro hacía las veces de guardia de seguridad.
Sin embargo, ahora la situación ha cambiado.
Los perros de pelea, por ejemplo, aman mucho a los niños, y no sólo a los miembros de su familia. Crecen para ser amigables, sociables y amables. Todo depende de la educación.
Si “entrenas” a un animal, incluso un caniche elegante crecerá y se volverá muy agresivo.