Muchas personas en todo el mundo aman a los perros, por lo que no es de extrañar que los registros de estos animales provoquen deleite y cariño.
Como regla general, se evalúan algunas características inusuales que hacen que la mascota sea verdaderamente única.
Cuando se trata de razas, el lobero irlandés y el gran danés se consideran las más altas. Sus representantes siempre sorprenden con sus parámetros.
Así, un perro lobo que vivió en los años 20 del siglo pasado superaba los cien centímetros de altura a la cruz. Y el gran danés, que vivió en los años ochenta, medía 105 centímetros.
Los perros pueden sorprender no sólo por su altura, sino también por su peso. Un perro que pesaba más de 155 kilogramos logró entrar en el Libro Guinness de los Récords. Pertenecía a la raza Mastín Inglés.
También cabe mencionar al San Bernardo, cuyo peso superó los 140 kilogramos.
Si hablamos de razas antiguas, entonces vale la pena recordar los perros raros: los Saluki. Fueron adquiridos por los antiguos aristócratas griegos que querían enfatizar su posición de alto rango.