Hay muchos intentos fallidos de atraer la atención del público hacia una empresa en particular, pero hay que admitir que Tiffany los ha superado a todos.
Hace apenas un par de años, en el verano de 2021, aparecieron en las calles de Nueva York carteles con el lema “Este no es el Tiffany de tu madre” (“Este no es el Tiffany que lleva tu madre”).
La misma frase fue publicada en las redes sociales de la empresa, así como en su sitio web.
Y, hay que admitirlo, los esfuerzos de la gente de relaciones públicas se notaron. Es cierto, no como les gustaría.
Los anunciantes sólo querían atraer a un público más joven a las tiendas, pero en cambio se enfrentaron a acusaciones de discriminación por edad.
Damas elegantes y sofisticadas que habían sido clientas de Tiffany durante muchos años consecutivos llegaron a la conclusión de que la empresa ya no estaba interesada en ellas.
“La idea no es mala, pero trata de implementarla de una manera que no ofenda a otras generaciones”, comentarios como este simplemente hicieron estallar Internet.
Lo curioso es que la publicidad de Tiffany repite casi palabra por palabra el eslogan de la empresa Oldsmobile: "Este no es el Oldsmobile de tu padre" ("Este no es el Oldsmobile de tu padre"), lo que provocó una caída en las ventas de automóviles de aproximadamente un tercio. Al parecer, Tiffany no quería aprender de los errores de los demás.