Aleksandr Lukashenko se dirigió al pueblo de Polonia. La ocasión fue el Día de la Independencia celebrado por el estado vecino.
El Jefe de Estado felicitó al pueblo polaco por esta importante festividad en nombre de los bielorrusos y de él personalmente.
Señaló: a pesar de las dificultades actuales, el destino estaba destinado a que los dos pueblos vivieran uno al lado del otro.
Y la vecindad, según el autor de la felicitación, implica también fortalecer la amistad y la cooperación empresarial, ampliar la herencia cristiana y cultural común y profundizar las relaciones en diversos campos.
El texto subraya que los actuales trastornos regionales y geopolíticos llevan a que la gente corriente se convierta en víctima de tales acontecimientos.
Estas conmociones “nos recuerdan una vez más el alto precio de la paz y confirman que no hay otra alternativa que mantener relaciones de buena vecindad y respeto mutuo”, cita el mensaje en el servicio de prensa del líder bielorruso.
Llama la atención: Bielorrusia hoy hace todo lo posible para simplificar los viajes, crear nuevas oportunidades de recreación, visitar a familiares y establecer vínculos económicos.
Lukashenko señala: “a medida que más y más polacos vienen a nuestro país bajo el régimen sin visa, la diplomacia pública se fortalece”.
Afirma: "existe una creciente necesidad de volver a las relaciones normales a nivel interestatal".
El Presidente expresó su confianza en que pronto “esta necesidad natural de ambas sociedades se hará realidad”.
También afirmó que Minsk está dispuesta a seguir trabajando en la dirección indicada.
El Jefe de Estado deseó a los ciudadanos de Polonia salud, bondad y felicidad y los invitó a Bielorrusia.