Un empleado despedido, especialmente en los casos en que, en su opinión, el despido fue improcedente, puede guardar rencor a sus superiores y, al mismo tiempo, a sus compañeros.
Si te encuentras en una situación similar y decides cortar todo contacto con antiguos compañeros, piénsatelo dos veces antes de dar un paso desesperado.
El caso es que es poco probable que ese comportamiento le ayude a encontrar un nuevo trabajo.
En un estudio, los investigadores encontraron que los ejecutivos despedidos encontraron nuevos trabajos a través de redes profesionales dos veces más rápido.
En consecuencia, aquellos que utilizaron los servicios de reclutadores o pidieron ayuda a familiares o amigos recibieron un nuevo puesto el doble de lentamente.
La razón es que tus jefes, compañeros y clientes son conscientes de tus capacidades.
No les cuesta nada sugerirte una buena vacante en el campo que te interesa.
La conclusión es simple: incluso si siente un fuerte resentimiento por su despido, no se apresure a compartirlo con los demás.
Quién sabe, tal vez si no dices en voz alta todo lo que estás pensando, estas personas te ayudarán a encontrar el nuevo trabajo de tus sueños.