Resulta que la temperatura de nuestro hogar afecta directamente a las capacidades cognitivas.
Las personas mayores son especialmente susceptibles a este efecto.
Esto se evidencia en los datos de un estudio reciente realizado por científicos.
Basándose en el trabajo realizado, llegaron a la conclusión de que el microclima doméstico en determinadas situaciones puede suponer una amenaza para el cerebro.
En los autores del experimento participaron 47 personas de 65 años o más.
Se prestó atención a la temperatura en sus hogares y a los problemas de concentración que ellos mismos informaron.
Resultó que las personas mayores resuelven de manera más efectiva los problemas que requieren concentración en temperaturas hogareñas de +20 a +24 grados.
La probabilidad de problemas de atención aumenta 2 veces si la temperatura es 4 grados más alta o más baja que la indicada anteriormente.
Los científicos dicen que los ciudadanos de bajos ingresos son los más sensibles a tales cambios.
La razón, según ellos, es que esta categoría de personas a menudo carece de recursos para regular la temperatura de su hogar.
En este sentido, los investigadores proponen crear condiciones para proteger a las personas mayores de los cambios de temperatura.
Según ellos, con el aumento de las temperaturas globales y el aumento del número de ciudadanos de edad avanzada, el factor mencionado anteriormente puede convertirse en clave para preservar las capacidades cognitivas de la población mundial.
Como posible solución, los expertos señalan:
– aumentar la eficiencia energética de las viviendas;
– implementación de tecnologías de “hogar inteligente” para optimizar las condiciones de temperatura interior.
También se propone ampliar el acceso de los ciudadanos a los sistemas de refrigeración.