De hecho, las críticas sanas pueden impulsar a una persona a alcanzar nuevos logros, pero no se puede decir lo mismo de las críticas infundadas.
El hábito de criticarte a ti mismo puede acabar por completo con tu motivación y ganas de seguir adelante.
Para deshacerse de este hábito indudablemente dañino, debes abordar tu vida conscientemente.
Nuestras voces interiores generan muchos pensamientos, tanto positivos como negativos. Escúchalos y acéptalos. No intentes apagar estas voces, más bien baja tu autocrítica y sube el volumen de aquellas que te apoyan, te ayudan a superar las dificultades y critican sólo por los méritos.
Con el tiempo, tu mente se adaptará a la crítica consciente. A continuación se muestran algunos métodos eficaces que le ayudarán con esto.
1. Empiece a llevar un diario: documente todos sus pensamientos y emociones. Así entenderás qué críticas son injustas y te impiden avanzar.
2. Termina cada día recordando 5 cosas buenas que has hecho o que te han pasado. Anótalos en tu diario y vuelve a leerlos para obtener un impulso de positividad.
3. Prueba la meditación de atención plena: esta práctica calma tus pensamientos y te enseña a escuchar a tu crítico interior desde el exterior, sin insistir en sus reproches.