Muchas personas infelices piensan algo como esto: “Una vez que me haga rico/me case/gane un concurso, definitivamente seré feliz”.
Desafortunadamente, los intentos de “retrasar” la felicidad casi nunca conducen a resultados positivos.
Necesitas poder ser feliz “aquí y ahora”.
Un estado de total satisfacción con la vida se produce cuando una persona comienza a valorar lo que tiene.
Y luego, cuando se deshaga de hábitos peligrosos y deje de realizar acciones innecesarias.
Entonces, ¿a qué necesitas renunciar para ser feliz?
Regálate compras caras de vez en cuando.
Y también hacer viajes, aunque los viajes difícilmente puedan considerarse baratos.
No gastes dinero en cosas que mejoren tu estado de ánimo y creen momentos felices.
Aprenda a evitar desacuerdos con familiares y amigos.
Créeme, las discusiones sólo te harán daño, incluso si nunca pierdes en las contiendas verbales.
La capacidad de buscar compromisos y respetar las opiniones de los demás son los secretos de la felicidad.
Mucha gente moderna no puede ser feliz debido al doomscrolling.
Así se llama el hábito de hojear las noticias durante mucho tiempo y “sumergirse” en mensajes negativos.
Intente leer las malas noticias con menos frecuencia: concéntrese mejor en las positivas.