Si por algún motivo te ves obligado a compaginar trabajo y estudio, lo primero que debes hacer es mantener una conversación abierta con tu jefe.
Como regla general, la dirección en el trabajo y los profesores se muestran comprensivos con este tipo de situaciones y ayudan a crear un horario flexible, pueden dar un día libre o ampliar el plazo.
Además de esto, existen otros consejos que pueden hacerte la vida mucho más fácil.
Independientemente de dónde lo guarde exactamente (en un calendario real, en formato electrónico o en un diario), el plan le ayudará a mantener el equilibrio y no exagerar en ningún área de su vida. Lo principal es seguirlo estrictamente.
Si mantienes buenas relaciones con tus compañeros y colegas, serás mucho más agradable en tu lugar de trabajo y el proceso de aprendizaje será más fácil. Por ejemplo, podéis hacer ensayos juntos, intercambiar notas o prepararos para exámenes, lo que ahorrará tiempo. Si surgen circunstancias imprevistas, los compañeros siempre acudirán al rescate.
No debes posponer un rato el estudio para ponerte al día con todo más tarde. Será mucho mejor si divides todas las tareas en etapas y poco a poco empiezas a completarlas a lo largo de la semana.
Adquiera el hábito de estudiar al mismo tiempo durante 4 o 5 días a la semana; como resultado, las clases serán mucho más productivas y su concentración aumentará.
Si tienes objetivos concretos no pospondrás las cosas y tus estudios serán mucho más productivos. Haga primero sus tareas prioritarias, como estudiar para un examen o escribir un ensayo.
Todo esto se aplica al trabajo: si tiene en cuenta su objetivo, podrá distribuir la carga de manera uniforme y no asumir responsabilidades adicionales para no trabajar demasiado.
Para información
La formación es una actividad para cambiar y adaptar el comportamiento del sujeto de formación con los objetivos de supervivencia, desarrollo y mejora.