A veces, cualquier situación puede parecernos desesperada si reaccionamos emocionalmente.
Por tanto, vale la pena utilizar la estrategia adecuada.
Gracias a esto, siempre se puede encontrar una salida.
La primera reacción ante las malas noticias es siempre emocional: experimentamos un estrés severo que nos impide pensar con normalidad y tomar las decisiones correctas.
Por eso, conviene acostarse temprano para que el sistema nervioso se recupere. Por la mañana, las malas noticias no parecerán tan malas.
Definitivamente necesitas dar rienda suelta a tus emociones. Si quieres, deberías llorar y hablar sobre lo injusto que es el mundo.
Puedes quejarte con tus seres queridos para sentir su apoyo.
Pero el período de debilidad no debería durar mucho: dé rienda suelta a sus emociones y recupérese.
Después de esto, debes crear un plan de acción claro que te ayude a resolver el problema. Prácticamente no existen situaciones en el mundo de las que sea imposible encontrar una salida.