Este hecho puede resultar difícil de creer, pero muchas personas ignoran los buenos consejos de sus amigos.
Este comportamiento parece cuanto menos extraño.
Se necesitan amigos que tengan el coraje de decirnos la verdad en la cara, sin miedo a las consecuencias ni a las ofensas. Un buen amigo intentará con todas sus fuerzas "comunicarse" con la persona.
Pero no todo el mundo es capaz de aceptar la verdad. A veces se ignoran los buenos consejos sólo porque una persona no ha escuchado los hechos más agradables sobre sí misma.
No todo el mundo aprecia lo que obtiene gratis. Por tanto, incluso el consejo más banal de un psicólogo será recibido con entusiasmo y respeto, mientras que las palabras de los amigos caerán en oídos sordos.
Es de destacar que los amigos a veces dicen lo mismo que los psicólogos, pero simplemente no se les escucha.
No todas las personas son capaces de tener relaciones sanas. Esta regla también se aplica a la amistad. Si escuchas el consejo de un amigo, tienes la impresión de que es mejor.
Es por esta lógica que se pueden ignorar los buenos consejos.