Los científicos decidieron comprobar la famosa afirmación de que los corazones de los amantes supuestamente laten al unísono.
Para confirmar o refutar esta afirmación, los científicos realizaron estudios en los que participaron casi 200 personas.
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrieron si una relación romántica puede hacer que los corazones de diferentes personas funcionen al mismo ritmo.
Los resultados del trabajo fueron publicados por Communications Psychology.
Los científicos, además de la frecuencia cardíaca, estaban preocupados por la respiración y la conductividad de la piel.
Para participar en el experimento, los investigadores reclutaron a un grupo de 144 voluntarios a quienes se les pidió que se comunicaran entre sí.
En esta etapa, los científicos pudieron confirmar que la sincronía fisiológica que estaban estudiando se producía si los participantes parecían lo más atractivos posible.
Luego se reclutó y probó a otro grupo de 48 personas en citas rápidas.
Resultó que algunas personas eran más propensas a la sincronización fisiológica.
Al evaluar al interlocutor como más atractivo desde el punto de vista de una relación romántica, estas personas inconscientemente ajustaron su respiración y frecuencia cardíaca al ritmo similar del interlocutor.
Por eso se les llama “supersincronizadores”, y no se trata de una habilidad que viene con la experiencia, sino de habilidades sensoriomotoras fundamentales que brindan a la persona la capacidad de adaptarse.
También se pudo descubrir que al sincronizar el pulso y la respiración, una persona mejora la regulación de los sistemas del cuerpo.
Es posible que el fenómeno tenga un significado más profundo y también pueda ser evidencia de ventajas cognitivas y evolutivas.