Mucha gente ha oído que en Uzbekistán se come pilaf con las manos, pero pocos saben por qué.
Existen varias versiones sobre el origen de esta tradición.
Según la primera versión, esta tradición se remonta a una época en la que los uzbekos llevaban un estilo de vida nómada y prescindían de los cubiertos.
La segunda versión dice que los uzbecos honran mucho su plato principal y lo tratan como a un organismo vivo.
Creen que el pilaf debe tomarse con cuidado con las manos y no perforarse con un tenedor.
Según otra versión, comer este plato con las manos es simplemente más sabroso y saludable.
Las sensaciones táctiles recibidas al entrar en contacto con los alimentos favorecen la secreción de jugo gástrico y mejoran la absorción de los alimentos.