Todo el mundo sabe que es importante poder perdonar, pero, lamentablemente, pocos son capaces de hacerlo.
Lo más difícil es perdonar a los seres queridos, sobre todo cuando no piden perdón.
Te contamos un brillante chiste judío que te ayudará a dejar de lado el rencor hacia tus familiares.
Un judío le pregunta a otro cómo lo tratan sus hijos.
El destinatario de la pregunta responde que sus hijos lo tratan como a Dios.
El interlocutor aclara exactamente cómo. El destinatario de la pregunta se queja de que los niños no lo escuchan, no atienden sus peticiones y, en ocasiones, incluso fingen que no existe.
Pero si necesitan cualquier cosa me llaman enseguida”, añade.