Cada persona tiene sus propios secretos y miedos. Algunos tienen miedo a las alturas, otros a las arañas o a los espacios reducidos.
Pero existe otra desviación llamada decidofobia. Es interesante que muchas personas sufren esto, pero ni siquiera lo saben.
Es muy simple: se trata de personas que tienen miedo de tomar decisiones.
La humanidad debe el origen del término a Walter Kaufman.
Alguien sonreirá, pero los decidófobos tienen miedo de todo lo relacionado con su elección, hasta qué comer o qué ropa ponerse.
La desviación se asocia con una falta de claridad de pensamiento y una pronunciada dependencia de las opiniones de los demás.
Según el experto, en tal situación será de ayuda un simple truco psicológico.
Durante una elección dolorosa, sólo necesitas imaginar el último día de tu vida y todos los deseos que te gustaría realizar.
Sólo en este caso la persona deja de preocuparse por el “qué dirá la gente”.
Es el primer paso el más difícil, pero hay que ser una persona valiente para actuar.