Cuando faltan conocimientos y experiencia propios, la gente recurre al consejo de otros: conocidos, parientes, expertos.
Y esta es una práctica normal. Pero es completamente insoportable escuchar consejos que no pediste. ¿Por qué la gente hace esto?
Solo hay dos opciones: la autoafirmación o un intento de ayudar. Los expertos explicaron por qué a la gente le encanta dar consejos a los demás.
Desde un punto de vista profesional, el hábito de dar consejos se explica por dos motivos.
En primer lugar, se trata de una cultura de la comunicación, cuando una persona cree que dar consejos a su prójimo está en el orden de las cosas y no ve nada malo en ello.
En segundo lugar, el estado emocional.
La mayoría de la gente no sabe una cosa: los consejos de otras personas destruyen las relaciones.
Inciden negativamente en la autoestima, la actitud ante las cosas, los acontecimientos, etc.
Por eso, detrás de los consejos de otras personas, los expertos sólo ven un intento de autoafirmación. Es decir, el asesor está convencido de sus conocimientos, experiencia y se siente un experto.
El resultado es una ilusión de poder sobre alguien, mientras que en realidad tal comportamiento tiene el efecto contrario.