En la vida cotidiana, la mayoría de la gente apenas encuentra el número pi.
Al mismo tiempo, se trata de una constante matemática muy importante, sin la cual, por ejemplo, no habrían aparecido los teléfonos y las radios.
La constante matemática en cuestión es la relación entre la circunferencia (C) y el diámetro (d) del círculo.
Esta relación es constante e igual a pi para cualquier tamaño de círculo.
Pi es un número irracional, lo que significa que su representación decimal no termina (por ejemplo, 1/4 = 0,25) y no se repite (por ejemplo, 1/6 = 0,166666...).
Han pasado más de 4 mil años desde que la humanidad conoció el número pi.
Los antiguos babilonios y los antiguos egipcios intentaron calcular su significado, pero sus registros no han sobrevivido hasta el día de hoy.
El primer cálculo registrado del valor de pi lo realizó Arquímedes, cuyos años de vida son 287-212 a.C.
Sin embargo, hasta el siglo XVIII, este número no tenía nombre, y recién en 1706 el matemático británico William Jones publicó un libro en el que designaba el número pi con el símbolo π. La decimosexta letra del alfabeto griego no fue elegida por casualidad, porque es con esta letra que comienza la palabra periferia, que significa "perímetro" o "medir alrededor".
Sin embargo, el nuevo término no entró en vigor hasta 30 años después.
Anteriormente dijimos por qué la mayoría de las personas son diestras y hay muy pocas personas zurdas.