La curandera y clarividente soviética Juna ordenó que se revelara su última profecía después de que ella misma falleciera.
Resulta que la última visión del adivino se refería a Rusia. No está claro por qué ordenó ocultarlo.
En una de sus visiones, la adivina vio una tumba en la que había una niña que le decía: “¡Yo soy tú y tú eres yo!”.
Cuando le contó esto a su padre, él admitió que tenían una hija que murió a los 4 años, y en su honor los padres llamaron a su segunda hija Evgenia.
La élite del partido fue tratada por la curandera, escribieron sobre ella en los periódicos, y el viceministro del Ministerio del Interior y yerno L.I. Brezhnev le pidió a Juna que se mudara a Moscú.
Juna previó los tiempos difíciles que tuvieron que atravesar la URSS y Rusia.
Afirmó que la situación mejoraría cinco años después de su muerte.
Evgenia Sardis murió el 8 de junio de 2015.
“Solo habrá luz por delante. Mucha gente ya se ha dado cuenta de que no hay otro país mejor que Rusia. Muy pronto florecerá y finalmente alcanzaremos al mundo entero”.
“No os preocupéis, no habrá hambre. La tierra dará a luz, habrá pan, habrá cosecha. Pollos, lechones, ovejas... todo será así”.
“Lo que nos ha dejado pronto volverá a nosotros”.
Se cree que la última profecía se refiere a territorios que volverán a formar parte de Rusia.
Anteriormente os contamos cuándo terminará el conflicto entre Ucrania y Rusia.