Muy a menudo, las mujeres no ven el problema en su totalidad y no están de acuerdo con la única solución correcta.
Una mujer mira la situación sólo desde su propio lado y no intenta mirarla desde diferentes ángulos para encontrar una solución verdaderamente correcta.
Por eso ante esta situación es necesario convencer a la mujer para que mantengas una buena relación con ella y no te conviertas en enemigos.
Primero, habla con la mujer sobre tu problema. Trate de explicarle todo de la manera más clara y comprensible posible. Luego cuéntale tus opciones para resolver el problema.
Pídale que exprese qué opciones ve para resolver el problema. Luego comience a analizar todas las opciones propuestas.
Al mismo tiempo, tanto usted como ella deben aportar argumentos en defensa de las opciones propuestas para demostrar que esta solución es mejor que la otra.
Trate de imaginar qué consecuencias conllevarán determinadas opciones para solucionar el problema. Cuéntale todos los aspectos positivos de la solución que propones.
Si no puede convencer a una mujer por su cuenta, recurra a personas cuyas opiniones sean importantes para ella y a quienes ella escuche.
Estos podrían ser sus padres, amigos cercanos, hermanas, tías, abuelas, etc.
Pero antes de invitarlas a hablar con una mujer, conoce su opinión sobre tu problema actual.
Además, puede encontrar un artículo, libro o información en Internet que demostrará que su solución al problema es la más correcta.
También puedes contactar con un especialista en el área donde tienes el problema. Por ejemplo, un médico, un abogado, un psicoanalista, etc.
Si el problema no requiere ninguna acción decisiva y urgente, entonces déle a la mujer libertad de acción.
Que implemente aquellas soluciones que le parezcan más correctas para solucionar este problema.
Si realmente está equivocada y su solución es incorrecta, muy pronto lo descubrirá y se verá obligada a estar de acuerdo con usted.
Pero es mucho más difícil cuando una mujer puede probar todas las soluciones posibles que le parezcan correctas, asegurarse de que no sea así, pero al mismo tiempo no estará de acuerdo contigo de ninguna manera.
Ella puede acusarte de haberlo preparado todo y, por lo tanto, ninguna de sus opciones resultó ser correcta. En este caso, es inútil desperdiciar energía en creencias.
Puedes ofrecerle a la mujer un compromiso. Por ejemplo, puedes combinar su opción y tu solución al problema. Entonces tanto usted como ella estarán satisfechos.
Anteriormente te contamos por qué a las mujeres no se les debe preguntar por su edad.